Críticas
eliterarias
La
Habana para un elefante difunto
de
Guille Cabra Enfante
Memorias de juventud del célebre escritor
cubanolondinense Guille de la Cabra Enfante. En la Habana del pillo Trujillo,
Enfante narra sus correrías por los clubes nocturnos de la ciudad, sus visitas
al cinematógrafo y su participación política en favor de la palmera autóctona
en contra de la importada de Florida. Los relatos de sus embriagueces (trompas,
en jerga guantanamera, de ahí lo del elefante del título, que todo hay que
decírtelo, lector torpe, y otra vez a ver si te fija y le das al coco, que para
algo lo tienes, joder...) que inevitablemente terminan con un amanecer en el
trópico, entre vómitos y arcadas, repitiendo trabalenguas (tres tristes tigres
triscan trigo y es estrago, que es trago...) hasta que la lengua pastosa les
pedía nuevos cuba libres, ocupan la mayor parte de estas memorias, memorias de
“elefante” nunca mejor dicho. También habla de cine, cine en Black & White,
y de la sardina que su madre le daba antes de ir a cada sesión y de sus amores
con Ava Gardner y Rita Hayworth, amores que necesitaban del catalizador llamado
ron, ron de caña, caña que se metía al cuerpo hasta quedar como un guiñapo.
Enfante relata también, con gracia en desgracia, sus ligues de una tarde de
verano, las cholas y las negras y las chinas, cochinas todas, hasta que tuvo
que salir de la isla, y se aisla en la capital británica, con sus nieblas de
Unamuno. También descarga su cólera, morbo de lectores, contra la revolución
castrense. Pues sabida es la inquina que el autor profesaba al dictador cubano,
al que tildó de politicastro, y que no merecía “fidelidad” alguna. Mas se
desprende del libro que su principal motivo de inquina no es la quina, sino el
prive de priva al nacionalizar Fidel las destilerías y destinar el azucarado
licor a la exportación, siempre ad
maiorem Dólar gratia. En La Habana para un elefante difunto
Cabra Enfante nos descubre esa vana Habana que fue, que no es, pero que volverá
si los yanquis logran miamizar la isla caribeña.
Libro
recomendable para combatir la resaca de ron, de roncar para el resto. La
editorial Cosa de las Américas no se responsabiliza del mal uso
que se haga del mismo.
Lambert O’Really
Crítico de su Majestad