Críticas eliterarias
El rojo y el negro
de
Sten Dahl
Ambientada en la época de la caza de
brujas emprendida por el senador McArthy (¿o era Mac Arthur?), la novela narra
la amistad entre un idealista negro y un escritor rojo de ascendencia francesa,
afincado en Hollywood y quien prefiere afrontar la pena de cárcel antes de
denunciar a un amigo negro. Los acusadores McArterroristas (¿o eran
MacArthuristas?) interrogan al guionista rojo con preguntas que enceguecen como
flexos de 100 watios, pretendiendo a toda costa que el escritor rojo implique a
su amigo Denzel Boston, el negro, inmerso en ese momento en una campaña
política que tenía por eslogan “Siente a un negro a su mesa blanca” (“Seat a
bloody nigger y your bloody white table”), un movimiento tendente a derribar
las barreras raciales en base a la bondad culinaria de los ciudadanos
pudientes. El rojo aguanta el interrogatorio y el negro prosigue con su campaña
para que lo inviten a comer. Ha calculado que, aun siendo la receptividad de
los blancos un mero 1%, tiene asegurado el condumio para todos los días de su
vida, eso sin contar con las sobras que puede arramblar de sus invitaciones y
que siempre puede vender en el mercado “negro”. Así, sin ser consciente del mal
trago que su amigo rojo está pasando a manos de funcionarios fundamentalistas,
el negro se aplica al blanco propuesto. Verde de ira, el rojo debe relatar por
enésima vez a los grises interrogadores su cromática visión política. Mientras,
el negro, morado de los convites, palidece al enterarse del marrón que le ha
caído a su amigo rojo. Ducho en gramática parda, el negro visita al rojo, a
quien le pinta un futuro dorado si resiste. Mas para evitar la reja, el rojo
raja y el negro se ve privado de convites y con bates es apaleado y mandado a
prisión, donde se ve enfrentado a los grises interrogadores, quienes aseguran
que no le acusan por motivos racistas, pues para ellos es igual un blanco que
un hijoputa de negro.
Novela algo daltónica que
desentraña las amarillas tendencias de los sindicatos de la verde burocracia
norteamericana. Un nuevo éxito del autor de La cartuja la palma.
Lambert O’Really
Crítico de su
Majestad
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