Críticas eliterarias
Crónicas
murcianas
de
Ray
Joy Braburi
Serie
de relatos sobre una tierra seca y yerta, un paisaje de canales secos, un
planeta rojo de ira y ocre de color. Los mares que parecen divisarse desde el
aire, son mares de plástico, plásticos que recubren los cultivos intensivos de
pimientos rojos como la tierra, rojos, y azules como la política, azules.
Los relatos que contiene el libro pertenecen, más que
a la ciencia ficción, a la caradura ficción, por no decir que a la política
ficción, también llamada prevaricación. Fueron escritos cuando se creía que
había vida en Murcia. Hoy las historias han perdido mordiente al saberse que
allí sólo habitan constructores y los paisajes desolados son urbanizaciones sin
agua y campos de golf que se mantienen con la orina de los jugadores. En una de
las historias, titulada “la sombra del campo de golf es alargada”, un
constructor se topa con un lugareño que le pregunta por qué construye un campo
de golf si sabe que no hay agua, ni hierba, ni ganas, ni nada. El constructor,
entonces, saca un maletín y soborna al lugareño con un montón de dinero para
que declare a las autoridades que cerca de allí manan manantiales parleruelos y
los pozos producen agua a raudales. El lugareño se niega y es acusado de
entorpecer el progreso de la nación, la puta nación, y es denunciado ante las
autoridades, que amenazan con encarcelarle, por lo menos hasta que se apruebe
el plan que declare las marismas y desiertos, solar urbanizable. Su única vía
de escapar del castigo es firmar una petición para un trasvase interplanetario
que les permita usar el agua de un planeta cercano, llamado Arrakis-Monegrón. El
lugareño así lo hace, pero resulta que pertenece a la brigada anticorrupción de
la galaxia. El constructor es juzgado pero los jueces lo dejan libre de culpa y
de parné. Termina la historia con el constructor caminando por un erial,
pensando en la promoción de los dos millones de chalets que no tendrá lugar, y
viendo en imaginario la bonita proyectada urbanización con su agua de
espejismos y su riego mental, que es lo que les falta a los constructores:
riego mental. El final, con el constructor muriendo de sed entre las dunas de
la parcela, es ejemplar.
El resto de las historias sigue el mismo patrón, lo
que provoca cansancio en el lector, harto de tanto trapicheo y tanto
desbarajuste ecológico. La editorial Trasvasera-PP,
con sede en la calle Génova, ofrece junto con el libro un DVD de lavado de
cerebro gratuito. Gratuito el DVD, no el lavado de cerebro que, como suele
suceder, se paga muy caro.
Lambert O’Really
Crítico de su Majestad
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