Galería de
herejes VII
Los Khlysty: Nombre derivado de la palabra rusa khlyst, que
significa “fusta”; eran una secta rusa notoria por sus prácticas de autoflagelación
y sexualidad extramatrimonial. También llamados flagelantes y «hombres de
Dios», resultaron de la fragmentación de la Iglesia ortodoxa rusa durante el
s. XVII. El patriarca Nikon intentó reformar el ceremonial religioso, lo cual
produjo un cisma dirigido por el arzobispo Awakum, con la separación de los
«Antiguos Creyentes». Un seguidor de Awakum, Danila Filipov, fundó el movimiento
de los khlysty hacia finales del siglo.
Creían en la
posibilidad de atraer sobre sí los dones del Espíritu Santo. Para ello era
preciso abstenerse de carne, de bebidas alcohólicas y del ayuntamiento con la
propia esposa. Curiosamente no prohibían
las relaciones con otras mujeres y ello contribuyó a la siniestra reputación de
los khlysty entre sus contemporáneos ortodoxos.
Pero fueron más conocidos por su práctica de la flagelación ritual. Bailaban alrededor de una hoguera con agua puesta a hervir, y se hacían azotar por vírgenes vestidas de blanco. Al cabo de un rato caían en trance y a partir de ahí se pretendían poseídos por el Espíritu Santo y dotados de poderes para sanar enfermos, expulsar demonios y adivinar el porvenir. El rito parece inspirado en los ancestrales métodos chamánicos para inducir viajes al mundo de los espíritus, con un delgado barniz de creencias cristianas heréticas.
Los miembros
avanzados de la secta se convertían en Cristos y quedaban dispensados de
obedecer a las reglas de la moral común. El comportamiento escandaloso de
algunos khlysty produjo una escisión; los que consideraron que la doctrina se
había corrompido formaron secta propia, la de los skoptzy. Éstos rechazaron la sexualidad
en todas sus formas pero continuaron con las prácticas de flagelación, complementadas
con amputaciones voluntarias.
Los khlysty
siguieron existiendo hasta el s. xx, siendo su representante más conocido
Grigori Rasputín, que perteneció a la secta en su juventud. Aunque nunca pretendió
haber alcanzado el rango de Cristo, decía tener los poderes del Espíritu.
Sabiendo que era un khlysty cobra un sentido bastante diferente lo que se
cuenta acerca de su biografía.
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