Artistas extravagrandes XI
Erik Satie, el acreditado músico francés
que pareciera vagar por el arte buscando nada, era conocido por sus
excentricidades. En 1914 el editor Lucien Vogel trató de contratar a Stravinsky
para que escribiese la música que acompañaría algunos dibujos de Charles Martin
denominados Sports et Divertissements.
Stravinsky rehusó porque los honorarios eran demasiado pequeños. Entonces Vogel
contactó con Erik Satie, músico que entonces se encontraba en la indigencia,
quien, desoyendo los reclamos de la razón, rehusó la oferta porque los
honorarios eran demasiado altos. Éste mismo Satie, en un libro denominado El
cuaderno de un mamífero (A
Mammal's Notebook), explica sus hábitos de trabajo, de los que mostramos un
extracto: “Levantarse a la 7:18 a.m; permanecer inspirado de 10:23 a 11:47
a.m.; sentarse a almorzar a las 12:11 p.m. y levantarse de la mesa a las 12:14
p.m.” Satie, de fácil abismarse en metafísicas, instauró una religión
denominada "La Iglesia del Arte Metropolitano de Jesucristo
Director". Su herejía, hecha de hilachas áureas, le obligó a cambiar de
nombre a su apartamento, que pasó a llamarse "Nuestro Abadengo".
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