Críticas eliterarias
Aprenda Búlgaro en 9 semanas y media
(Análisis cunnilingüístico)
Editado
a todo lujo por la Exquisita Escuela Búlgara de Cunnilingüismo, se presenta en
el mercado editorial español esta exótica guía para aprender uno de los idiomas
de moda en Europa... en el siglo XII. Este manual combina por primera vez fotos
de gran resolución y texto para aprender
idiomas, novedad que no pasa desapercibida al lector, a no ser que estudie en braille.
Las modelos que han posado para las diferentes lecciones son todas de primera,
bellezas elegidas de entre los principales locales de top less y burdeles de lujo de Sofía. Sofía Vulvona es la principal
de ellas, quien en postura vulvona nos enseña las primeras expresiones en
búlgaro: “Mira que coñito”, “Acaríciame, cariño”, “Son cinco mil levas,
tesoro”. Desde la sencilla frase “ábrete de piernas” hasta la más complicada de
“chúpate ésta”, la guía ofrece un sencillo método de aprendizaje. Ayudándose de
traducción simultánea (debajo del texto búlgaro se escribe el español, aunque
existe la posibilidad de cambiar de postura y existen ediciones donde el
español está encima, o de lado, siempre al gusto del consumidor) y con fotos
que muestran las posturas adecuadas al diálogo, los lectores masculinos sólo
tienen que ir pasando las páginas con la mano libre. A título de ejemplo
expongamos las conversaciones correspondiente al capítulo dedicado a la orgía:
“Pásame ese consolador”, “No me la metas por ahí que estoy con diarrea”,
“Mientras hay lengua, hay hombre, tía”, “Chúpasela a tu padre, maricón”, “No
papá, no me apetece ahora”. Más no todo es tan directo. En el libro también
caben expresiones románticas, como la siguiente: “Túmbate, creo que te amo”. Al
tiempo que se aprende los fundamentos de una lengua de origen lindoeuropeo
hablada por más de un millón de empleadas del folgar, los nombres de las
diferentes posturas adoptadas por las modelos nos adentra en los recónditos
parajes del cuerpo lingüístico de la cultura del país. Al final del libro
existe un apéndice con la lista de los locales de Bulgaria donde poder
practicar las enseñanzas de la guía, las tarifas de los principales servicios y
un cuadro conteniendo los cambios de las principales divisas y las tarjetas de
crédito normalmente admitidas. En nueve semanas, más tres días aproximadamente
(cuatro días los muy torpes), un hombre que no haya entrado en el climaterio
puede aprender el suficiente búlgaro para que no le vendan una moto cuando lo
que ha pedido es una mamada o para regatear en cualquier puticlub de Sofía.
Existe, para analfabetos, una edición que suprime la letra y muestra sólo las
imágenes. No obstante, se recomienda la edición con texto, pues el texto, en
caracteres cirílicos, añade morbo a la cosa. Personas que han aprendido búlgaro
con este método avalan su utilidad y aseguran que es ideal para visitar los
puticlubs del país, sobre todo si se porta el libro y se le indica a la tía de
turno el servicio que se requiere, numerado para facilitar la comprensión.
Esta obra obtuvo por unanimidad el
premio “Coitus Tuus” que otorga el Vaticano al libro más pecaminoso del
año.
No recomendable para menores de 18...
centímetros.
Lambert O'Really
Crítico
de su Majestad
No hay comentarios:
Publicar un comentario