Críticas eliterarias
Diario de un pelota recién casado
De
Juan Ramón Jimeno
Obra de lirismo oficinesco
difícilmente calificable. Un empleado modelo (para la empresa) desgrana en un
diario íntimo sus vivencias laborales. Auxiliar del departamento de
contabilidad, el protagonista, Alter Ego, comienza el diario el mismo día de su
boda. Es aleccionadora la primera entrada: “Martes 13: Hoy me he casado. La
ceremonia ha sido rápida porque debía volver a la oficina para acabar los ajustes
de inventario. Laura lo ha entendido. Se ha ido con Raúl, mi mejor amigo, quien
la entretendrá hasta que llegue yo, esta noche, y cierre el balance matrimonial
con una regularización coital. En la oficina mis compañeros me han mirado con
recelo y he notado que hacían constantes referencias taurinas. Deben saber que
odio los toros. El jefe me ha recibido bien. Me ha dado también los asientos de
débitos bancarios, quizás en premio por mi laboriosidad. Probablemente
cerraremos este mes con beneficios extraordinarios”. El diario, de este jaez,
va desgranando día a día los seis primeros meses de la vida de casado de este
empleado modélico. Después de dejar claro que ha renunciado a los días de
permiso por boda, el poeta oficinista nos detalla las constantes jaquecas de su
recién esposa durante la noche, jaquecas que le impiden consumar, o como él
dice, “regularizar”, el matrimonio. Cuando Laura, tres meses más tarde, le
anuncia que está embarazada, el poeta, preocupado por un descuadre del balance
biológico que no logra solucionar, le da una tibia enhorabuena y se va con los
papeles de la oficina a la salita. El diario se interrumpe a los seis meses. La
última entrada dice así: “Jueves 30: El abogado me informa que los papeles del
divorcio están preparados y que tengo que pasar por su bufete para firmarlos.
Le digo que hoy no puedo, que es día de cierre y trabajaré hasta muy tarde. Mis
compañeros han incrementado su afición a los toros y todo son carteles de
corridas y anuncios de ganaderías. Incluso han colocado sobre mi mesa un torico
de porcelana. Son extraños mis compañeros. Todos salen a su hora. Incluso
dejando a medias sus labores. Les compadezco”.
Esta extraña obra ha sido
encomiada por el presidente de la Confederación de Empresarios Arios, quien no
ha dudado en manifestar: “Este libro debería ser de lectura obligatoria en
todas las oficinas de este país”. Opinión que contrasta con la de los
responsables de las organizaciones sindicales, quienes denuestan vivamente a
autor de tan estúpida obra, extrañamente también utilizando en sus dicterios
profusión de alusiones taurinas.
Editorial Planeta de los
Simios es la (ir)responsable de haber puesto libro tan polémico en el mercado.
Lambert O’Really
Crítico de su Majestad
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