jueves, 16 de octubre de 2014

Ha sido ése



Escena curiosa del mayo del 68 francés. ¿A quién señalan? ¿A un “flic” causante de brechas mil? ¿Acusan a un esquirol y chivato surgido de sus mismas filas? ¿O están diciendo: “Mira, mira como esconde la porra el muy cabrón”? Y los polis como si nada. No va con ellos. Prefieren no ver. Para ellos ver claro es no actuar. Y los otros insisten.
Cuidado que se ha vertido tinta sobre estos sucesos del mayo parisino del 68. Mayo del 68 también originó disturbios en otras capitales: en Chicago, con Abbie Hoffman de catalizador, en México, que aportó el máximo número de víctimas, en Calahorra… Bueno, quizá en Calahorra no. Pero de haber habido protestas en mayo del 68, seguro que no hubieran pasado a la historia como estas de París. París es mucho París. París era una fiesta para Hemingway. París bien vale una mise… en scene.
Pero la foto que encabeza este texto me sigue intrigando. Me gustaría conocer qué o a quién señalan, a quien acusan, qué coño despierta la ira de sus ceños fruncidos y sus dedos acusadores. Algunos vierten hieles por los ojos. Y por qué los gendarmes permaneces indiferentes. Este es el dato que más me inquieta. Protegen a alguien. Como si dijeran: vuestra fue la culpa, vuestra fue, que mía no.
Ah, si en vez de tanto eslogan posmoderno hubieran, puño en alto, cantado con voz recia: “Völker, hört die Signale…”, que en alemán es el equivalente a “Arriba parias de la tierra…”Y es que no puedo evitar que se note que mi corazón es lago de luna roja.

Zaragoza, 16.10.14

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