Escena curiosa del
mayo del 68 francés. ¿A quién señalan? ¿A un “flic” causante de brechas mil?
¿Acusan a un esquirol y chivato surgido de sus mismas filas? ¿O están diciendo:
“Mira, mira como esconde la porra el muy cabrón”? Y los polis como si nada. No
va con ellos. Prefieren no ver. Para ellos ver claro es no actuar. Y los otros
insisten.
Cuidado
que se ha vertido tinta sobre estos sucesos del mayo parisino del 68. Mayo del
68 también originó disturbios en otras capitales: en Chicago, con Abbie Hoffman
de catalizador, en México, que aportó el máximo número de víctimas, en
Calahorra… Bueno, quizá en Calahorra no. Pero de haber habido protestas en mayo
del 68, seguro que no hubieran pasado a la historia como estas de París. París
es mucho París. París era una fiesta para Hemingway. París bien vale una mise… en scene.
Pero
la foto que encabeza este texto me sigue intrigando. Me gustaría conocer qué o
a quién señalan, a quien acusan, qué coño despierta la ira de sus ceños
fruncidos y sus dedos acusadores. Algunos vierten hieles por los ojos. Y por qué los gendarmes permaneces indiferentes. Este es el
dato que más me inquieta. Protegen a alguien. Como si dijeran: vuestra fue la
culpa, vuestra fue, que mía no.
Ah,
si en vez de tanto eslogan posmoderno hubieran, puño en alto, cantado con voz
recia: “Völker, hört die Signale…”, que en alemán es el equivalente a “Arriba
parias de la tierra…”Y es que no puedo evitar que se note que mi corazón es
lago de luna roja.
Zaragoza, 16.10.14
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