miércoles, 13 de diciembre de 2023

Artistas extravagrandes XI

 

Artistas extravagrandes XI

 

 Erik Satie, el acreditado músico francés que pareciera vagar por el arte buscando nada, era conocido por sus excentricidades. En 1914 el editor Lucien Vogel trató de contratar a Stravinsky para que escribiese la música que acompañaría algunos dibujos de Charles Martin denominados Sports et Divertissements. Stravinsky rehusó porque los honorarios eran demasiado pequeños. Entonces Vogel contactó con Erik Satie, músico que entonces se encontraba en la indigencia, quien, desoyendo los reclamos de la razón, rehusó la oferta porque los honorarios eran demasiado altos. Éste mismo Satie, en un libro denominado El cuaderno de un mamífero (A Mammal's Notebook), explica sus hábitos de trabajo, de los que mostramos un extracto: “Levantarse a la 7:18 a.m; permanecer inspirado de 10:23 a 11:47 a.m.; sentarse a almorzar a las 12:11 p.m. y levantarse de la mesa a las 12:14 p.m.” Satie, de fácil abismarse en metafísicas, instauró una religión denominada "La Iglesia del Arte Metropolitano de Jesucristo Director". Su herejía, hecha de hilachas áureas, le obligó a cambiar de nombre a su apartamento, que pasó a llamarse "Nuestro Abadengo".

 

sábado, 25 de noviembre de 2023

Post coitum


 

Galería de herejes VII

 

Galería de herejes VII

Los Khlysty: Nombre derivado de la palabra rusa khlyst, que significa “fusta”; eran una secta rusa notoria por sus prácticas de au­toflagelación y sexualidad extramatrimonial. También llamados flagelantes y «hom­bres de Dios», resultaron de la fragmenta­ción de la Iglesia ortodoxa rusa durante el s. XVII. El patriarca Nikon intentó reformar el ceremonial religioso, lo cual produjo un cisma dirigido por el arzobispo Awakum, con la separación de los «Antiguos Creyentes». Un seguidor de Awakum, Danila Filipov, fundó el movimiento de los khlysty hacia finales del siglo.

Creían en la posibilidad de atraer sobre sí los dones del Espíritu Santo. Para ello era preciso abstenerse de carne, de bebi­das alcohólicas y del ayuntamiento con la propia esposa.  Curiosamente no prohi­bían las relaciones con otras mujeres y ello contribuyó a la siniestra reputación de los khlysty entre sus contemporáneos orto­doxos.

Pero fueron más conocidos por su prác­tica de la flagelación ritual. Bailaban alre­dedor de una hoguera con agua puesta a hervir, y se hacían azotar por vírgenes ves­tidas de blanco. Al cabo de un rato caían en trance y a partir de ahí se pretendían poseídos por el Espíritu Santo y dotados de poderes para sanar enfermos, expulsar demonios y adivinar el porvenir. El rito parece inspirado en los ancestrales méto­dos chamánicos para inducir viajes al mundo de los espíritus, con un delgado barniz de creencias cristianas heréticas.

Los miembros avanzados de la secta se convertían en Cristos y quedaban dispen­sados de obedecer a las reglas de la moral común. El comportamiento escandaloso de algunos khlysty produjo una escisión; los que consideraron que la doctrina se había corrompido formaron secta propia, la de los skoptzy. Éstos rechazaron la sexua­lidad en todas sus formas pero continua­ron con las prácticas de flagelación, com­plementadas con amputaciones voluntarias.

Los khlysty siguieron existiendo hasta el s. xx, siendo su representante más conocido Grigori Rasputín, que perteneció a la secta en su juventud. Aunque nunca pre­tendió haber alcanzado el rango de Cris­to, decía tener los poderes del Espíritu. Sabiendo que era un khlysty cobra un sentido bastante diferente lo que se cuenta acer­ca de su biografía.

miércoles, 4 de octubre de 2023

Galería de herejes V

 

Galeria de herejes V

Concilio del Cadáver: En esta junta de altos signatarios de la iglesia (897), el papa Esteban VII acusó a su predecesor el papa Formoso de haber ocupado ilegítimamente el trono de Pedro. Pero siendo así que Formoso había fallecido nueve meses antes, fue preciso exhumarlo para que es­tuviese presente en el proceso que lo con­denó.


lunes, 18 de septiembre de 2023

Artistas extravagrandes X

 

Artistas extravagrandes X

 

 El compositor norteamericano Charles Ives, que muy pronto en la vida tuvo que renunciar a la cabellera desplegada, gastó enormes cantidades de tiempo y dinero en apoyar una enmienda a la constitución de los Estados Unidos, proponiendo que se limitasen los ingresos individuales de los americanos a 20.000 dólares al año. Recomendaba, eso sí, a los legisladores, un plus de prudencia interpretativa.

viernes, 11 de agosto de 2023

Galería de herejes V

 

Galería de herejes V

Concilio del Cadáver: En esta junta de altos signatarios de la iglesia (897), el papa Esteban VII acusó a su predecesor el papa Formoso de haber ocupado ilegítimamente el trono de Pedro. Pero siendo así que Formoso había fallecido nueve meses antes, fue preciso exhumarlo para que es­tuviese presente en el proceso que lo con­denó.

lunes, 31 de julio de 2023

Artistas extravagrandes IX

 

Artistas extravagrandes IX

 

 La cantante punk de San Francisco Noh Mercy tiene por costumbre aparecer en escena embarazada, ponerse en cuclillas y, mientras arroja un montón de sangre falsa, dar a luz un hueso de vaca. Luego, con lengua de loca lo cata.

 El artista de la representación (performer) Bob Flanagan, durante una de sus representaciones se clava el pene en un tablero.

Joseph Nollekens, escultor británico del siglo XVIII, gustaba de comer las ternillas y las grasas que encontraba en el suelo de las carnicerías, así como mantequilla rancia.

domingo, 18 de junio de 2023

Artistas extravagrandes VIII

 

Artistas extravagrandes VIII

 

 Leonora Carrington, pintora muy cercana al movimiento surrealista, era conocida tanto por sus rarezas como por sus ojos enfermos de lejanía. Cierta vez unas personas respetables la invitaron a cenar en un restaurante de lujo. Sentados todos a la mesa, Leonora Carrington, comentando como de forma casual que no se debería comer sino luz o fuego, se descalzó y, sin que hirviera en su corazón vergüenza loca,  se embadurnó los pies con mostaza.


martes, 30 de mayo de 2023

Artistas extravagrandes VI

 

Artistas extravagrandes VI

 

El 12 de agosto de 1961, Piero Manzoni, artista italiano pasado de realidad, con ocasión de una exposición en la galería Pescetto, presentó unas cajitas que tituló “Mierda de artista” (Merda d’Artista). Las cajitas (noventa en total, rigurosamente numeradas), de unos 30 gramos, contenía enlatada su propia mierda y las vendía por su peso a precio de oro, según la cotización del día. Hoy esas cajitas “de mierda” se han revalorizado más que el precioso metal al que estuvo ligado su precio inicial. Otra de las “genialidades” de este extravagante artista consistía en hinchar globos con su aliento y el resultado era una obra de arte titulada: “Aliento de artista”.

Toda una estética de la dislocación que no carece de l’ostinato rigore que predicara Leonardo.

jueves, 4 de mayo de 2023

Artistas extravagrandes V

 

Artistas extravagrandes V

Andy Warhol tenía un método peculiar para mantenerse a dieta. Cuando iba a un restaurante pedía todo lo que no le gustaba, por lo que se dedicaba a hurgar en la comida mientras los otros comían. Pero al terminar le pedía al camarero que se lo preparaba como comida para llevar, comida que al salir del restaurante dejaba tirada en una esquina porque, según él, en Nuevo York mucha gente pasaba hambre.

Warhol, al hablar de su vida, solía dar información distinta a los distintos medios a los que se la daba. Preguntado por esa rareza, contestaba que así sabía de qué medio procedía la información que tenían sus conocidos. Ello le informaba de qué leían los que se encontraban con él.

              Hasta que le dispararon, Warhol tenía la impresión de que siempre estaba viendo la televisión en ver de vivir una vida real.

  Creía que el sólo hecho de vivir era suficiente trabajo. Nacer era para él como haber sido secuestrado y luego vendido como esclavo, pues nunca se deja de trabajar, incluso cuando se duerme.

También consideraba trabajo el tener sexo, es decir, el estar revestido con una conciencia sexual. Lo que no sabía muy bien era si resultaba más trabajo para un hombre ser un hombre, para un hombre ser una mujer, para una mujer ser una mujer o para una mujer ser un hombre. No lo sabía, pero por lo que observaba decía que los que se consideraban más trabajadores eran los hombres que intentaban ser mujer, porque trabajaban el doble al no saber a qué carta quedarse: afeitarse o no afeitarse, flirtear o no flirtear, comprarse un tipo de ropa u otro, etc.

              Warhol aseguraba que su tarea favorita era comprarse ropa interior. Aseguraba que si veías a una persona comprar su ropa interior, la comprenderías mejor. Decía que prefería ver a un famoso comprar su ropa interior que leer un libro que hubiera escrito. No entendía a esas personas que enviaban a otro a comprar su ropa interior. Podía entender no llevar ropa interior, pero ¿no comprarla? Para Warhol nada se podía comparar a comprar ropa interior.

viernes, 21 de abril de 2023

Artistas extravagrandes IV

 

Artistas extravagrandes IV

 Al pintor austriaco Gustav Klimt no le gustaba viajar fuera de su país, por lo que solía evitarlo. Para hacerlo salir del país se le planificó un viaje a Italia. Amigos del pintor le meterían en el tren y en Florencia le esperaría su amigo Carl Moll. El tren llegó, y Moll estuvo esperando al otro lado de la barrera mientras los pasajeros iban bajando, pero no se veía a Klimt por ninguna parte. Moll empezó a buscarlo por la estación, y al final lo encontró sen­tado, con su maleta, en la sala de espera. Cuando se le preguntó qué habría hecho si Moll no lo hubiera encontrado, Klimt contestó que se habría subido al próximo tren de regreso a casa.

A Klimt no le gustaba que lo interrumpieran mientras trabajaba y se negaba a que sus amigos fueran a su estudio. En lugar de eso, recibía visitas a la hora del desayuno, una práctica que acabó convirtiéndose en ritual. Cada mañana Klimt caminaba a buen paso hasta el café Tivoli, del que era cliente asiduo. Se le servía un suculento desayuno al que él añadía, según un observador, «chorros de nata montada». A los amigos se les permitía dejarse caer por allí para charlar, pero después de eso el artista regresaba sólo a su estudio, donde trabajaba sin interrupción hasta la hora de la cena.

martes, 4 de abril de 2023

Artistas extravagrandes III

 

Artistas extravagrandes III

Edward Hopper era un hombre taciturno y silencioso. Su mujer Jo llevaba las cuentas y posaba para él en todas sus figu­ras femeninas, pero su relación no era buena. La parlanchina Jo encon­traba aburrido al silencioso Hopper. A pesar de que cuando la cortejaba había admirado su independencia, esperaba Hopper que su es­posa se transformara en un ama de casa tradicional. Aunque su esposa también era pintora, Hopper no respetaba su talento y mostraba su desprecio diciendo públicamente que ella -y todas las mujeres artistas- era una inepta. Al parecer Edward Hopper le pegaba a su esposa, pero ella le de­volvía los golpes. Jo se quejaba de que su marido era el que más pegaba porque tenía los brazos más largos, pero su mujercita no dudaba en asestarle arañazos y mordiscos.

domingo, 5 de marzo de 2023

Artistas extravagrandes II

 

El pintor Eduard Munch, cuando se hizo famoso, desarrolló la manía de que los extraños eran policías secretos enviados para seguirlo. Tenía ataques de parálisis, a veces se le dormía una pierna o un brazo. Al final, sus amigos lo llevaron a un hospital a la afueras de Copenhague. Los médicos le diagnosticaron pa­rálisis alcohólica, resultado de los daños que provocó el envenenamiento por alcohol en su sistema nervioso. Después de un tratamiento con baños de barro ca­liente y pequeñas descargas eléctricas, Munch salió de la clínica sobrio por primera vez en el último cuarto de siglo. Se trasladó a Noruega y se instaló en una gran casa en la costa, de la que en muy raras ocasiones salía para vagar por las calles. Cuando su hermana Laura murió, en 1926, Munch presenció el funeral escondido detrás de los árboles del cementerio.

domingo, 12 de febrero de 2023

Artistas extravagrandes

Artistas extravagrandes

En otra ocasión el músico norteamericano John Cage tomó la partitura de Vexations, una pieza que Satie había escrito a finales del siglo XIX, y a la que había añadido una especie de consejo o sugerencia, probablemente como una burla: "Para ejecutar esta pieza 840 veces seguidas, lo mejor es pre­pararse en silencio y en la más absoluta inmovilidad". Seguramente Satie nun­ca imaginó que alguien se tomaría en serio su sugerencia, y mucho menos que alguien estuviera dispuesto a seguirla al pie de la letra. Pero Cage sí estaba dispuesto. El 9 de septiembre de 1963, con la ayuda de otra docena de pianistas, Cage interpretó la pieza 840 veces seguidas. El concierto duró desde las seis de la tarde del 9 hasta el mediodía del 10 de septiembre: 18 horas y 40 minutos en total. 

viernes, 20 de enero de 2023

Las manoplas de Bernie Sanders

  

Las manoplas de Bernie Sanders

 

Si hay una imagen icónica de la investidura del Presidente Joe Biden es la foto en la que aparece Bernie Sanders sentado y con manoplas de lana cruzadas sobre el estómago. Ver foto:

 


Fue una ceremonia presidida por el frío, tanto ambiental como político. Fue un enero frío y no hacía mucho unos fascistas alentados por Donald Trump habían asaltado el Capitolio. Bernie, como le llaman los amigos, parece meditar en lo frágil que puede ser la democracia. Y eso hace que el frío que siente sea doble. O triple. El abrigo se ve apropiado para soportar las gélidas temperaturas de enero, pero no así los zapatos, zapatos con cordones más propios de una soirée sobre alfombras mullidas. Pero el toque indiscutible, lo que ha hecho a esta fotografía un icono moderno son las manoplas. De lana, con dibujos navideños, probablemente un regalo de sus nietos o de sus hijas diciendo que son de sus nietos. Si hubiera tenido abuela, lo cual no parece plausible dada la edad del retratado, ésta podría haberle tejido las manoplas personalmente. Ya sabemos cómo son las abuelas con el punto y las prendas de abrigo. También es de destacar la cutrez de la silla, una silla de chiringuito o de playa. Y la soledad. No hay nadie a su lado. Era la tónica dominante durante la investidura. Poca gente, desperdigada, con mucha policía y ejército vigilando que los trumpistas no la volvieran a armar. Para un abuelo como Bernie, coger frío en esa situación podría ser grave. Ya no está para muchos trotes. Pero está a la moda. Mira por donde, su foto, sus manoplas, eclipsaron todo el resto del acto. Dentro de mucho tiempo, nadie se acordará de la poesía de Amanda Gorman, del cordón policial, del sonriente nuevo presidente, pero nos quedará la memoria de las manoplas de Bernie Sanders. ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitirnos? Las manoplas son el mensaje.

 

 

LG/16.01.23

 

 

 

 

 


domingo, 1 de enero de 2023

Los tres castigos chinos

 

Los tres castigos chinos

Fang Shu llega una noche a una posada del reino de Qi y pregunta al dueño si tiene cuarto para pasar la noche. El dueño, un anciano de 120 años, le
responde que sólo tiene un cuarto libre, en el tercer piso junto al cuarto de
su hija, y se lo ofrece, no sin antes advertirle que si se acercaba a su
hija, la bella Shan Li, le aplicaría los tres castigos chinos. Fang Shu le
aseguró que no pasaría nada y aceptó el cuarto. A la hora de la cena, bajó
por la escalera una chinita de unos 16 años de edad, muy guapa y sensual. Era Shan Li. Durante toda la cena la bella hija del posadero no dejó de mirar a Fang Shu y éste no podía dejar de pensar en la amenaza del
anciano.

Por la noche, Shan Li se presentó en el cuarto de Fang Shu. Éste, pese a las recomendaciones del hospedero, no pudo resistir la tentación. Después de holgar juntos durante una hora, Shan Li se retiró a sus aposentos y Fang Shu se quedó plácidamente dormido.

Al despertar, Fang Shu notó cierta opresión en el pecho y, sorprendido, descubrió que tenía una roca de gran tamaño encima. La roca tenía adjunto un papel que decía: "Plimel castigo chino: loca encima de cuelpo". Fang Shu consideró que si eso era lo peor que podía hacerle el pobre anciano, no iba a haber mayores problemas. Fang Shu se levantó, cargó con la roca y la tiró por la ventana. Al tirar la roca por la ventana vió que había otra nota pegada en el marco que, en letras perfectamente legibles, decía: "Segundo castigo chino: loca amalada a huevo delecho".

Fang Shu, al ver que la cuerda ya estaba llegando al punto en que más se estiraría, no se lo pensó dos veces y se tiró por la ventana. Mejor un par
de huesos rotos que un huevo menos, convino. Ya en plena caída, Fang Shu vio un gran cartel sobre el suelo del patio que decía: "Telcer castigo chino:
huevo izquieldo amalado a pata de cama".