miércoles, 14 de marzo de 2018

En torno a la cultura


La cultura es un término de origen latino, cultura era el cultivo del campo, que luego se aplicó al cultivo del espíritu (cultura animi), arar y sembrar los surcos del cerebro para que den mieses de conoci-mientos, cosechas de pensamientos. Hoy se ha olvidado este origen humilde y pecuario del término y se entiende por cultura desde el contenido de la ciencia en su valor intelectual, los intentos de explicar el universo o la suma de influencias recibidas. Para Sánchez Ferlosio la cultura es un invento del gobierno. Luego están los que distinguen entre alta y baja cultura (como la costura) o cultura humanista y científica, olvidando que si algo debe tener una capacidad de valoración global es la cultura. Porque la cultura no pertenece en exclusiva a ciertas áreas geográficas, ni dentro de ellas a una clase económica o educativa; la cultura ha de ser de todos, en todos y para todos, o no será. Pero siempre saldrá un chistoso que me dirá que si añado “educación” a Atila el huno, no conseguiré un filósofo como Platón sino un conquistador como Gengis Khan. Esta concepción parte del hábito de creer que cultura es conocimiento enciclopédico, esa cultura en la que creen los intelectuales pálidos y sin aliento, sonámbulos de la historia. Porque si a Platón le quito su instrucción no consigo un bárbaro, sino un ciudadano cumplidor de las leyes y participe todavía de la cultura de su pueblo. Otra opinión crítica con la cultura aduce que la cultura envejece al individuo, refrena su vehemencia juvenil al someterle a normas estrictas. A esta opinión responder usando un escolio implícito de Nicolás Gómez Dávila: “Cultivado es el hombre que no convierte la cultura en profesión”. Para finalizar, creo que deberíamos hablar menos de cultura y ayudar a crearla.

Zaragoza, 14 de marzo de 2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario