lunes, 1 de abril de 2019

Vigencia de las leyes bíblicas


La doctora Laura Schlessinger es una conocida locutora de radio de los Estados Unidos que tiene un programa en el que da consejos en directo a los oyentes que llaman por teléfono. En uno de estos programas atacó duramente la homosexualidad, apoyándose en que así lo indica la Biblia en el Levítico, versículos 18:22. Este ataque originó la siguiente respuesta en forma de carta abierta dirigida a la Dra. Laura, y que fue hecha pública en Internet:

"Querida Dra. Laura:
Gracias por dedicar tantos esfuerzos a educar a los oyentes en la Ley de Dios. Yo mismo he aprendido muchísimo de su programa de radio e intento compartir mis conocimientos con todas las personas con las que me es posible. Por ejemplo, cuando alguien intenta defender el estilo de vida homosexual me limito tan sólo a recordarle que el Levítico, en sus versículos 18:22, establece claramente que la homosexualidad es una abominación.
Sin embargo, necesito algún consejo adicional de su parte respecto a algunas otras leyes bíblicas y cómo cumplirlas:
a) Cuando quemo un toro en el altar como sacrificio, sé que emite un olor que es agradable al Señor (Levítico 1:9). El problema está en mis vecinos. Argumentan que el olor no es agradable para ellos. ¿Debería castigarlos? ¿Cómo?
b) Me gustaría vender a mi hermana como esclava, tal y como sanciona el Éxodo, 21:7. En los tiempos que vivimos, ¿qué precio cree que sería el más adecuado?
c) Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté en su periodo de impureza menstrual (Levítico 15:19-24). El problema que se me plantea es el siguiente: ¿Cómo puedo saber si lo está o no? He intentado preguntárselo, pero bastantes mujeres se sienten ofendidas.
d) El Levítico, 25:44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como hembras, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que esto es aplicable a los mejicanos, pero no a los canadienses. ¿Me podría aclarar este punto? ¿Por qué no puedo poseer canadienses?
e) Tengo un vecino que insiste en trabajar en el Sabat. El Éxodo, 35:2, claramente establece que ha de recibir la pena de muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarlo yo mismo? ¿Me podría apañar usted este tema de alguna manera?
f) Un amigo mío mantiene que aunque comer marisco es una abominación (Levítico 11:10), es una abominación menor que la homosexualidad. Yo no lo entiendo. ¿Podría usted aclararme este punto?
g) En el Levítico, 21:20, se establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto en la vista. He de confesar que necesito gafas para leer. ¿La agudeza visual tiene que ser del 100%? ¿Se puede relajar un poco esta condición?
h) La mayoría de mis amigos (varones) llevan el pelo arreglado y bien cortado, incluso en la zona de las sienes a pesar de que esto está expresamente prohibido por el Levítico, 19:27. ¿Cómo han de morir?
i) Sé, gracias al Levítico (11:6-8), que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en impuro. Así y todo, ¿puedo continuar jugando al fútbol si me pongo guantes?
j) Mi tío tiene una granja. Incumple lo que se dice en el Levítico, 19:19, ya que planta dos cultivos distintos en el mismo campo, y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de dos tipos de tejido diferentes (algodón y poliéster). Él además se pasa el día maldiciendo y blasfemando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos? (Levítico 24:10‑16). ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión familiar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos? (Levítico 20:14)
Sé que usted ha estudiado estos asuntos con gran profundidad, así que confío plenamente en su ayuda. Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.

Sé que no servirá de nada, que a los fundamentalistas no se les convence con argumentos, y menos con ironías. Pero aquí queda.

Zaragoza, 1 de abril de 2019



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